¿Constituye el conocimiento un fin valioso por sí mismo?
Hola a todos:
Puesto que parece que hablar sobre la felicidad aristotélica no despierta un gran interés, me gustaría lanzar al aforo esta pregunta como si de un guante se tratara.
Está claro (si seguimos a Aristóteles) que los bienes pueden ser de dos tipos: fines valiosos por sí mismos o valiosos en cuanto que permiten el acceso a otros bienes. La felicidad -dice Aristóteles- es un bien valioso por sí mismo. Pero, ¿y el conocimiento?: ¿es un fin de primer orden, deseable por sí; o es meramente útil?.
3 comentarios
Ana Toledo Araujo -
Juan, si establecemos la distinción entre la sabiduria, el conocimiento y la cultura, daremos fácilmente con la clave.
Los conocimientos técnicos, sencillos, son pragmáticos y sirven para ganarse la vida, generalmente y no son despreciables; son parte del conocimiento de las cosas, del ser. Pero el sabio puede serlo con poca cultura; es decir, con pocos datos de las distintas áreas del "conocimiento". Quizá esta palabra, conocer, la entiendo yo como desvelar, siempre con esfuerzo . Tengamos el caso de un agricultor o de un artesano, con poca cultura, pero que ha llegado a conocer y amar su trabajo por lo que en él encuentra de bello, útil (útil es bello en A.) y, además le aporta el equilibrio necesario, la "eudamimonia" para que esos otros detalles de la vida que uno no desearía conocer, tengan su sitio. Imagínate la paciencia del agricultor para con las estaciones, con el clima, con el hacer y deshacer continuo...
El no querer saber es, a mi entender, igual a engañarse. Vivir engañado puede hacer feliz a alguien; pero sólo clama al cielo, sólo es verdadera, la felicidad que busca la belleza a través del conocimiento y del esfuerzo de la mente, pues al final uno se asemeja al objeto que ama.
Mira, al escribir estas palabras me doy cuenta de que todo el tiempo que ha pasado desde que Platón describió su mito de la caverna, no ha sido suficiente para borrar la fuerza con que él recoge esta inquietud. Es la inquietud de unos pocos, probablemente entre los que tu y yo y los demás del grupo nos contamos.
¿No has querido a veces ser superficial, no complicarte la vida, no pensar demasiado? Yo si. He querido, pero no he podido. Es lo que nos pasa.
Todo lo que vamos aprendiedo sentimos la necesidad de comunicarlo y lo hacemos con lo que podría decirse cariño. No me canso de repetir, año tras año, persona tras persona, las mismas características de lo concerniente a mi profesión, a las células. Daría lo mismo que fuese otra cosa. A la vez haces participar de la inquietud y despiertas el interés del otro en el tema.
Pero, ¿Quien nos enseñará, nos animará a nosotros a seguir en la búsqueda del Conocimiento, sino nosotros mismos, en la certeza de que al hacerlo vamos descubriendo la Belleza, de igual forma que leemos que les ha pasado a otros y esto mismo nos anima.
Es un tema muy amplio y se necesita tiempo para partir del mismo lugar dialéctico. Antes yo me dispersaba más y con el tiempo cada vez me interesan menos cosas, detalles como la infidelidad e mi pareja, que no es el caso o la nota de un examen. Al mismo tiempo lo poco que me interesa cada vez me llama más y más, pero no sé decirte hasta donde. Sólo te diré que sigo sintiendome feliz hibridando fuchsias sp., cuando tengo tiempo y pintando lienzos, aunque esto no quiero que desvie mi atención.
Un abrazo a todos,
Ana
J.G.Cadelo -
Por otro lado, si deseamos el conocimiento porque éste es bello, ¿es realmente valioso por sí mismo, o será la belleza la que es valiosa yu efectivamente buscamos a través del conocimiento?. Si el conocimiento nos hace felices, ¿es el conocimiento el valioso, o es la felicidad la valiosa?... A este respecto, ¿podemos afirmar que todo tipo de conocimiento nos hace felices?; ¿es deseable el conocimiento de la verdad cuando ésta nos es desfavorable?.
Te aseguro que en mi vida -y desde luego no considero que ésta haya sido excepcional- he escuchado a muchísimos conocidos hablar en estos términos: "Ojalá no me hubiera enterado de lo que ha ido diciendo por ahí", "Prefiero no saber nunca que mi pareja me ha sido infiel", "No quiero ni preguntar la nota del examen" y otros semejantes, que apuntan en la línea absurda -pero muy humana- de que es mejor ser un ignorante antes que un 'sabedor' (que no 'sabio') infeliz.
En esta línea de argumentación, mi pregunta tiene que ver más con esto. Mucha gente considera que el conocimiento sólo es útil en la medida en que nos hace felices, o mejores, o lo que sea (piénsese, por ejemplo, en Epicuro y en la discusión que un día mantuvimos en clase)... Si esto fuera cierto, y no deseáramos poseer un conocimiento concreto -aún cuando sólo sea uno puntual-, entonces podremos asegurar que el conocimiento, en ningún caso, constituye un fin valioso por sí mismo.
¿O no?...
Ana Toledo Araujo -
otra vez te respondo, Juan, ya que los demás parecen callados.
Tu pregunta sobre el conocimiento deja sin palabras, de pronto. Después te das cuenta de que la respuesta da para escribir no uno, sino muchos libros, muchos de los cuales están ya escritos.
¿Es el conocimiento un fin en si mismo?
Creo que sí lo es para el ser humano. También creo que debe de cumplir dos condiciones, que son a la vez inherentes, aun a los grados más elementales o rudimentarios de conocimiento técnico. Y estas dos condiciones o acompañantes son, por un lado, la impresión de la belleza de lo que se conoce, y por otro, el amor y el disfrute de este conocimiento así entendido en sí mismo.
Sobre su utilidad, como comprendo que tu pregunta se centra en el conocimiento como búsqueda de la mente, su utilidad se va plasmando en varias etapas, a través de las cuales, el ser humano se siente más atraido por lo que en si va conociendo y apreciando, lo que debe hacerle más feliz.
Todo conocimiento, aun el más humilde y técnico, si se acompaña de lo que te digo, es por naturaleza extensible y el que lo posee se ve en la necesiad de comunicarlo a otros. Esa sea quizá otra de sus utilidades
Quería usar menos palabras, pero no he podido.
Un saludo a todos y animaos a participar.
Ana